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Nuevo disco de Daniel Lozano
Málaga/La conversación transcurre con un café de por medio por obra y gracia del periodista. Pero Daniel Lozano ha pedido un zumo de frutas. Da un sorbo, deja el vaso sobre la mesa, cabecea un poco y habla claro: “Mira, sé perfectamente cómo hacer música comercial. Y también sé hacer música de vanguardia, atonal, espectral, como prefieras. Me pongo y lo hago. Pero, si decido hacer lo que me gusta, lo que me sale es esto”. Y esto es Líricas, su nuevo proyecto discográfico, un álbum grabado en los estudios Puerto Records que sale a la venta el próximo 1 de diciembre. Su título es profundamente honesto: Líricas es un conjunto de composiciones de profundo regusto clásico puestas al servicio del canto en su acepción más elevada, que, al más puro estilo del lied, interpreta Lozano al piano con cuatro sopranos reunidas para la ocasión: la sevillana Leonor Bonilla (que la pasada temporada cosechó un importante éxito en Italia y que hace un mes puso boca abajo el Teatro de la Maestranza de Sevilla con su debut en el mismo de la mano de Lucia de Lammermoor), la colombiana Amalia Avilán (que participó recientemente en las clases magistrales de Joyce DiDonato en el Carnegie Hall de Nueva York), la malagueña Berna Perles (en cartel este mes en el Teatro de la Zarzuela con La casa de Bernarda Alba de Miquel Ortega) y la argentina Mercedes Gancedo (premiada el año pasado por el Palau de la Música). “Sí, todas ellas tienen un caché que yo no podría asumir. Pero cuando les propuse participar en esto aceptaron con una generosidad que me dejó sin palabras”, señala Lozano antes de rematar el frío contenido de su vaso en otros dos sorbos.
Daniel Lozano es un músico de largo recorrido en Málaga. Como pianista y teclista, ha prestado sus servicios a numerosos grupos de rock y blues de la provincia. Actualmente es miembro de Jarillo Lata, toca con Javier Ojeda y compone también bandas sonoras. Hace un par de años publicó su primer disco en solitario, La escalera del tiempo, un catálogo de géneros populares contemporáneos para el que contó con la colaboración de Celia Flores, Enrique Oliver y el mismo Javier Ojeda, entre otros. Después de no pocos años dedicado a la interpretación y producción, Lozano ofreció en este álbum un ambicioso muestrario de su talento como compositor, pero el mapa, admite, estaba incompleto. Nuestro hombre es también profesor y músico de formación clásica con una producción sinfónica creciente, y es aquí donde Líricas revela su faceta tal vez más fidedigna. Para su facturación, Lozano ha puesto música a los poetas malagueños Manuel Alcántara (quien ha prestado al músico para la ocasión su Soneto para esperarte en una cafetería y su Amanecer), Antonio Viñas y Jesús Vandalia (cantautor del que Lozano es fiel aliado como productor y autor de arreglos), además de un texto en francés de Julia Arribère. “La poesía es mi principal estímulo a la hora de componer. Es lo que más me inspira, desde siempre. Pienso, de hecho, que cuando compongo lo hago de una manera más poética que musical, como si escribiera”, explica el artífice del proyecto. Con estos mimbres, el resultado es ciertamente clásico, en todas sus hechuras. Las canciones parecen remitir a veces, directamente, a los lieder de Schubert y Mahler como inspiración fundamental. En otros pasajes se percibe una huella más impresionista, propia de Debussy. No faltan matices, inflexiones y cadencias que remiten a una idea de canción más propia de la segunda mitad del siglo XX, pero, en su poderosa reivindicación tonal, Líricas es un ejercicio de revisión de los parámetros clásicos y románticos con efectos sorprendentemente miméticos en un sentido estético: en ciertos pasajes, cunde la impresión de que esta música procede de otro tiempo, pero no por ello su intención está menos anclada en el el hoy: “Cuando presenté algunas composiciones como éstas en el Conservatorio, algunos profesores me preguntaron en qué siglo vivía.Tengo claro en qué siglo vivo, pero también que esto no es un obstáculo para acudir a las fuentes que más me inspiren para hacer música. No me siento más ajeno de lo clásico por vivir en este tiempo”, explica Lozano al respecto. En cualquier caso, el debate sobre la renovación de los repertorios líricos, a menudo atascado y sin fuste, tiene en su nuevo trabajo un argumento bien contundente que debe ser tenido en cuenta.
Tras su lanzamiento, Daniel Lozano presentará el próximo mes de febrero en la Sala María Cristina de la Fundación Unicaja, en un acto muy especial para el que contará con la participación de Berna Perles y del crítico musical Arturo Reverter, referencia inexcusable en el estudio de la música vocal en España. Líricas es así el comienzo de algo grande, servido en el más humilde de los soportes: la voz.
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