Carlos Álvarez: "Hay que atender la demanda de más ópera en Málaga"

Málaga/Existe un dictamen generalizado en el mundo de la lírica internacional: no hay otro barítono en el planeta capaz de interpretar al Iago del Otello verdiano con la profundidad, la entereza, la precisión y el talento de Carlos Álvarez. Hablamos, cuidado, del que seguramente es el villano más perfecto, en cuanto a hondura dramática y construcción musical, del repertorio histórico de la lírica. Y de igual modo la plana mayor de los cantantes de ópera de las cuatro latitudes coinciden en afirmar que Carlos Álvarez da vida a este personaje como si Verdi lo hubiera escrito para él. Por eso, la posibilidad de ver a nuestro hombre en la piel del instigador shakespeareano de los celos del moro de Venecia se recibe como un acontecimiento cultural de primer orden en cualquier teatro que se precie, y justo esto es lo que va a suceder la próxima semana en el Teatro Cervantes de Málaga, donde los días 1, 3 y 5 de mayo se representará el nuevo montaje de Otello, con producción musical del mismo Cervantes y producción escénica del Teatro Principal de Málaga. Dado que las entradas para las tres funciones están prácticamente agotadas (aún quedan unas cuantas para la función del día 1), el Cervantes ha vuelto a tomar la decisión de abrir al público el ensayo general que tendrá lugar en el mismo escenario el lunes 29 a las 21:00. Las invitaciones se distribuirán en el mismo teatro a partir de las 8:30 del mismo lunes.

En un flamante y renovado Salón Rossini del Teatro Cervantes, Carlos Álvarez ha comparecido este viernes para presentar su nuevo Otello junto al director del teatro, Juan Antonio Vigar; y la concejal de Cultura, Gemma del Corral, además del resto de solistas y del equipo artístico implicado. El tenor Jorge de León en el papel de Otello, la soprano Rocío Ignacio como Desdémona, el malagueño Luis Pacetti como Cassio, Marifé Nogales como Emilia, Francis Tójar como Ludovico, Manuel de Diego como Roderigo e Isaac Galán como Montano completan el elenco del montaje, que cuenta con la participación del Coro de Ópera de Málaga. Alfonso Romero se hace cargo de la dirección de escena, Marco Guidarini de la dirección musical y Salvador Vázquez de la dirección del coro. Todo con el patrocinio de la Fundación Unicaja.

Álvarez vuelve así a su ciudad tras haber protagonizado con gran éxito Gianni Sccichi en Tokyo y mientras prepara un doble órdago de altura en el Metropolitan de Nueva York, primero con La bohème ya el próximo mes de octubre (en una producción de Franco Zeffirelli) y en abril de 2020 con Simon Boccanegra (mientras tanto visitará otros templos de la lírica más o menos habituales en la agenda, como los Teatros de la Ópera de Génova, Viena y Berlín). Respecto a la acogida de este Otello en Málaga, Álvarez es tajante, como suele, a la hora de reivindicar una mayor oferta lírica en la ciudad ante la evidencia de que existe una demanda suficiente al respecto: "Que la demanda obligara a añadir una tercera función a las dos que se programaran en un principio, y que ahora el Teatro Cervantes decida además abrir al público el ensayo general, es porque hay un público que quiere que eso suceda. Y habría que atender a esa demanda, escuchar a esta gente. Es cierto que hay unos equilibrios presupuestarios que mantener y un rendimiento económico al que aspirar, pero no se puede olvidar la responsabilidad respecto a un rendimiento sociocultural a la hora de programar representaciones de ópera y zarzuela en Málaga". Si bien el Auditorio permitiría poner en marcha programaciones más ambiciosas, el largo plazo al que sigue sometido el equipamiento invita, según Alvarez a, a poner sobre la mesa soluciones posibles ahora.

Otello se estrenó el 5 de febrero de 1887 en la Scala de Milán con la música de Giuseppe Verdi y el libreto del poeta Arrigo Boito, y desde entonces está considerada una de las cimas en la traslación del mundo de Shakespeare a los códigos estéticos de la lírica.Todo un monumento que ahora prende en Málaga.