Pata Teatro: la virtud y la belleza
Teatro en Málaga
La compañía estrena el próximo día 1 en el IES Vicente Espinel (Gaona) la nueva edición de sus Clásicos de Verano con ‘La discreta enamorada’, de Lope de Vega, un regreso a los orígenes del ciclo a base de la mejor comedia
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Málaga/Afirmaba Peter Brook que, cuando el teatro es necesario, no hay nada más necesario. Y pocos han hecho del teatro una cuestión más necesaria en Málaga que Pata Teatro: en sus veinticinco años de historia, la compañía que dirigen Josemi Rodríguez y Macarena Pérez Bravo ha logrado conformar un público tan creciente como fiel, una verdadera comunidad de amantes de la escena que, en muchos casos, no sabían hasta qué punto el teatro era necesario para ellos hasta que vieron por primera vez a los Pata sobre unas tablas. Además de sus propuestas familiares y sus obras para adultos, reconocidas con algunos de los principales galardones de las artes escénicas en España, y cuyos públicos se han multiplicado mucho más allá de Málaga, la agrupación ha logrado afirmar este compromiso de manera muy especial con su ciclo de Clásicos en Verano, que reúne cada año a miles de espectadores y que ha consolidado una estratégica modélica a la hora de hacer ciudad desde la escena: resultó, sí, que Málaga necesitaba ver a los clásicos del teatro representados a la fresquita, y tanto ha satisfecho Pata Teatro esta demanda que la necesidad es cada temporada mucho mayor. Todo empezó en 2012 con El perro del hortelano y ahora, en la undécima edición del ciclo, la compañía regresa a los orígenes del mismo con una reválida para Lope de Vega, La discreta enamorada, que podrá verse del próximo 1 de julio al 5 de agosto en la que ya se ha convertido en la atalaya fundamental de la propuesta: el histórico patio del IES Vicente Espinel, en la calle Gaona.
En virtud del órdago acostumbrado, habrá funciones de La discreta enamorada de lunes a sábado a las 22:00, como complemento ideal a las noches de verano. Para ello, y como suelen, Josemi Rodríguez y Macarena Pérez Bravo cuentan con un reparto de altura, en el que de nuevo figuran ellos mismos y que completan algunos de los valores más firmes del teatro malagueño: Miguel Guardiola, Virginia Nölting, José Carlos Cuevas y Sara Suárez. La producción, de paso, y tras la inolvidable representación del Quijote el año pasado, devuelve los Clásicos en Verano a la senda más reconocible de la comedia, en el verso más atinado y musical de Lope: “El espectáculo responde a lo que el público espera cuando va a ver una comedia. De hecho, pensamos en este reparto porque todos estos intérpretes nos parecían muy hábiles para el género. Queríamos buscar ese toque, ese efecto inmediato de la mejor comedia”, explica Rodríguez, responsable de la dirección del montaje además de intérprete. Apunta Pérez Bravo, actriz y responsable junto a Rodríguez de la adaptación y del diseño del espacio escénico (bendecido por la monumental hechura del patio del IES Vicente Espinel), que esta lectura de La discreta enamorada “contiene todos los elementos propios de la comedia: las entradas, las salidas, los balcones, los arquetipos, todo”. También la adaptación, para la que ambos artífices de la compañía han eliminado arcaísmos y han pulido las tramas, persigue y acentúa la intención más cómica de las palabras de Lope. El lío planteado aquí por el autor de La Dorotea es digno de las mejores comedias de Shakespeare: Felisa, hija de Benisa, bebe los vientos por Lucindo, hijo del Capitán Bernardo. Pero es el Capitán quien pide matrimonio a Felisa, quien decide a su vez aceptar su mano sólo para estar más cerca de Lucindo y urdir un plan de fuga con su amado. El problema es que Lucindo no ama a Felisa, sino a Gerarda, una cortesana a la que le pirra traer de cabeza a sus pretendientes. El jaleo está servido y las risas, también.
En cuanto al elenco armado para la producción, Miguel Guardiola, veterano imprescindible de la escena malagueña, repite en su quinta participación en los Clásicos de Verano de Pata Verano y subraya el oficio de Pata Teatro “a la hora de montar una obra como La discreta enamorada: el proceso ha sido muy divertido, hemos ido alimentando la comedia desde el primer ensayo, probando posibilidades, con mucho juego; y yo, que no me puedo reprimir cuando hago comedia, disfruto mucho esta manera de trabajar”. Para los otros tres intérpretes, La discreta enamorada entraña su primera colaboración con Pata Teatro, desde experiencias distintas pero confluyentes: Virginia Nölting, actriz fundamental y muy querida por el público, con amplia experiencia en espectáculos dramáticos y musicales, ha seguido de cerca la trayectoria de Pata Teatro, “a los que he admirado siempre. Ahora, trabajar con ellos ha significado una experiencia muy grata: nos hemos llevado a los personajes a un registro cercano al clown y la obra ha crecido mucho desde ahí, de manera muy natural, muy libre”. José Carlos Cuevas, fundador en Málaga de la compañía Jóvenes Clásicos (uno de los principales agentes renovadores del repertorio clásico a nivel nacional en los últimos años), se ha reencontrado con la comedia “después de encadenar muchos proyectos dramáticos y, la verdad, ya me apetecía un cambio de registro. Conocí los Clásicos en Verano de Pata Teatro con La Celestina, en 2015, y desde entonces he tenido muchas ganas de trabajar con ellos. Ahora, por fin, me he quitado la espinita”. Sara Suárez destaca por su parte “la velocidad con la que la obra empezó a tomar forma en los ensayos. Parecía que emergía por sí sola. Cuando haces teatro en verso siempre te preocupa que al público pueda resultarle farragoso, pero, con Pata Teatro, me he dado cuenta de que ‘La discreta enamorada’ es una obra mucho más divertida de lo que yo creía. El público se lo va a pasar en grande, tanto como nosotros haciéndola”. Completan el equipo, en el apartado técnico, aliados de largo alcance como Elisa Arias en el diseño de vestuario y Elías García en el sonido e iluminación.
La discreta enamorada se dispone así a presentarse ante el público mientras algunas de las últimas obras de Pata Teatro, como el Quijote estrenado el año pasado y su más reciente propuesta familiar, Tierra mía, continúan su gira de representaciones por toda España. Preguntados por un balance de estos veinticinco años de teatro, en su sala de ensayo, rodeados de su equipo, Josemi Rodríguez y Macarena Pérez Bravo asienten de manera satisfactoria. Rodríguez se expresa al principio sin muchas palabras: “Estamos bien. Y contentos”. Pero luego añade: “Aunque rara vez nos verás quejándonos, o diciendo que nos va mal. No es nuestro estilo. Mucha gente, cuando vas a cualquier sitio y dices que eres actor, nos responde con frases como ‘tiene que ser muy duro, ¿no?’ Y, bueno, es un trabajo. Nos gusta ir a tomar una cerveza por ahí de vez en cuando, y también ir a cenar en familia. Como a todo el mundo. Tenemos un trabajo que, afortunadamente, nos lo permite. Así que no seríamos muy honestos si nos estuviéramos quejando todo el rato. Creo que, en gran medida, que tanta gente vea a los actores como quejicas que sólo se dedican a vivir de las subvenciones es culpa nuestra. Si estamos todo el rato lamentando lo mal que nos va, es normal que demos esa imagen. Y no creo que sea la mejor imagen que podamos dar del oficio. Yo no necesito ser un actor famoso, lo que quiero es trabajar, y trabajo no nos ha faltado en estos veinticinco años. Que no ha sido fácil, que ha habido que ganárselo, pues claro. Pero como en otro trabajo cualquiera”. Macarena Pérez Bravo apunta otra clave interesante al afirmar que Pata Teatro ha podido trabajar de manera estable “gracias a que hemos creado una comunidad teatral no sólo con el público, también con otros muchos compañeros de la escena malagueña con los que hemos contado a lo largo de todos estos años. Para nosotros es muy importante no sólo que nos vaya bien a nosotros, sino también a las demás compañías y a los demás artistas, porque luego todos podemos beneficiarnos de ese éxito. Del mismo modo, en Málaga nos sentimos muy arropados por la profesión”. Y añade: “Poder hacer los Clásicos en Verano estos once años no ha sido sencillo. Ha habido momentos muy duros. Y todavía hoy hay que sacarlo adelante cada año, nunca está garantizado que podamos hacerlo, hay que ganárselo. Pero en los últimos años hemos contado con el apoyo de instituciones y de quienes están o han estado al frente, como Gemma del Corral, Noelia Losada y Miguel Briones, quienes han apostado por esto y lo han hecho posible. Eso tenemos que reconocérselo, sin ellos no habría habido manera”.
Puso Lope de Vega en boca de su Capitán Bernardo estos versos para La discreta enamorada: “Y como la virtud y la belleza / sean despertadores del sentido, / aunque duerme la edad con más pereza, / quitome el sueño haberos conocido”. Cada año, la virtud y la belleza en manos de Pata Teatro permiten a Málaga despertar y estar atenta. Es un privilegio para la ciudad haberlos conocido.
Últimos días de la exposición en el Ateneo
Mientras Pata Teatro culmina los ensayos previos al estreno de La discreta enamorada, el Ateneo de Málaga acoge la exposición con la que la compañía celebra sus veinticinco años de trayectoria y que, ya en su últimos días, podrá verse todavía hasta el viernes 30. Fotografías, piezas de vestuarios y escenografías, programas, libretos, recortes de prensa y otros muchos elementos recorren todos y cada uno de los espectáculos estrenados por la agrupación. Un legado del que Málaga puede sentirse bien orgullosa.
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