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Teatro del Soho Caixabank
Málaga/Si algún milagro ha obrado el Teatro del Soho Caixabank desde que abriera sus puertas en Málaga es la posibilidad de ver ya con absoluta normalidad a Ana Belén departiendo tranquilamente con Antonio Banderas en la calle Casas de Campos: el actor malagueño ejerció de anfitrión y acudió este martes a recibir en su teatro a la actriz y a todo el equipo de Eva contra Eva, la obra que se representa en el mismo escenario con seis funciones hasta el próximo domingo 21. Ana Belén protagoniza esta adaptación libre de Eva al desnudo, la legendaria película que dirigió Joseph L. Mankiewicz en 1950, que firma Pau Miró y que dirige Sílvia Munt con un elenco que completan Javier Albalá, Ana Goya, Mel Salvatierra y Manuel Morón. La obra, estrenada con un primer montaje en catalán en Manresa en enero de 2020 con un reparto distinto, y en plena gira (harto accidentada, inevitablemente, dada la entrada en juego de pandemias, tormentas y otras catástrofes) con la adaptación al castellano desde el estreno de la misma en Valencia, mantiene los ejes más reconocibles del filme aunque trasladados a la historia de una mujer contemporánea, que vive su particular conflicto de madurez en el siglo XXI. Y es que Eva contra Eva aborda, entre otras cuestiones, el proceso que sigue una actriz de cierta edad para su aceptación y, especialmente, para ser aceptada, con una conclusión que traspasa los límites mismos del teatro para convertirse en lección de vida: "Nos vamos aceptando con la mochila que llevamos", afirmó Ana Belén, en compañía de Sílvia Munt y sus cuatro compañeros de reparto, en la comparecencia ante los medios de este martes.
Apuntaba Sílvia Munt que la primera intención de los productores era hacer una versión escénica de Eva al desnudo "e incluso nos llevaron a Londres a ver la que se estaba representando allí en aquel momento. Comprendimos ya entonces que la visión de la mujer ha cambiado mucho desde que se estrenó la película y que, por tanto, las circunstancias actuales son muy distintas. Así que decidimos partir de la misma historia pero trasladarla a una actriz que vive en el presente enfrentada a su madurez, a una relación con un hombre más joven y a su conciencia, que es el crítico más riguroso. La versión que escribió Pau Miró iba justamente por ahí, ahondaba en cómo gestionamos el modo en que nos miramos y el modo en que nos miran. Le ofrecí el papel a Ana Belén, con la que hacía ya mucho que no trabajaba, y para mi mayor alegría aceptó".
Y Ana Belén dio el sí, en sus propias palabras, "porque encontré un texto muy potente, con valores que cualquier espectador de la obra distinguirá enseguida. Bajo el anzuelo de la adaptación de Eva al desnudo, lo que se ofrece aquí es una reflexión seria sobre cómo la sociedad acepta que una mujer, que también lucha por esa aceptación respecto a sí misma, se haga mayor. Y me gustó porque en Eva contra Eva se ve claramente cómo lo que debía ser una cuestión natural se convierte en una carrera de obstáculos en la medida en que la sociedad se inventa competencias y carreras de fondo que acaban siendo una esclavitud". Y es que la obra interroga también "sobre qué hacemos con una generación joven que busca su sitio mientras hay una generación anterior que todavía lucha por aceptarse a sí misma. La respuesta de la sociedad es a menudo poner a las dos a competir, lo que está por completo fuera de la realidad. Sin embargo, esa competición se fomenta y se acepta de buen grado". Eso sí, la actriz destacó "la ironía y el humor" como uno de los grandes aciertos de la versión de Pau Miró, "ya que facilita mucho las cosas a la hora de interpretarla".
Preguntada por posibles conexiones entre esta Eva y algunos de los personajes femeninos del teatro clásico a los que Ana Belén ha dado vida a lo largo de su trayectoria, como Fedra o Medea, la actriz admitió que, en todo caso, "hablamos de personajes muy potentes", si bien señaló que la mayor conexión "tiene que ver con la posibilidad por mi parte de hacer cosas importantes siendo una actriz que da vida a otras mujeres. Porque eso no siempre sucede. Es mucho más difícil hacerse con un gran papel siendo mujer que siendo hombre. Y precisamente, lo que estos grandes personajes femeninos demuestran es que a las mujeres les pasa de todo, exactamente igual que a los hombres". Munt matizó al respecto que en Eva contra Eva, al contrario tal vez que en buena parte del repertorio clásico, "todo lo que pueda haber de trascendente no se subraya, sino que queda supeditado de alguna forma a la ironía como esencia clave de la obra".
Resultaba inevitable preguntar a Ana Belén por sus conexiones personales con la Eva a la que protagoniza, una actriz en horas bajas tanto en lo profesional como en lo sentimental: "De entrada, no tengo mucho que ver con esta mujer sometida a una crisis tan extrema. Pero, indudablemente, hay cosas mías en el personaje, por más que nuestra condición afectiva y social sea distinta. Puede ser, incluso, que Eva tenga de mí lo que menos me gusta. Pero está bien que sea así: poco a pocos nos vamos aceptando con la mochila que tenemos". A lo que añadió: "Hace poco leí una entrevista con George Clooney en la que afirmaba que para un actor es difícil envejecer ante la cámara, porque la imagen que la cámara te devuelve no coincide siempre con la que tiene de sí mismo. Y de alguna forma me sentí confortada con la idea de que George Clooney, que es hombre, y que es George Clooney, también se siente así. En todas partes cuecen habas".
Pero insistía Ana Belén en que estos conflictos internos nacen a menudo de presiones sociales dirigidas a crear una competitividad insana donde, sencillamente, no la hay, "lo que se da no sólo entre hombres y mujeres, sino también entre actores y actrices de distintas generaciones". Y Mel Salvatierra, que interpreta a la joven actriz de Eva contra Eva, dio su particular versión al respecto: "A menudo parece que hay una expectación enorme a la hora de ver a dos actrices de distintas generaciones compitiendo entre sí. Como si realmente mucha gente deseara que esa competitividad se produzca. Pero mi experiencia es muy distinta: Eva contra Eva es mi segunda gran experiencia profesional en el teatro y siempre me he sentido muy arropada y muy acompañada por las actrices con más experiencia. Así que todas esas expectativas responden a una idea falsa, propia de una sociedad enferma de competitividad. Yo creo, sin embargo, que hay que competir menos y compartir más". Nada mejor que un teatro, seguro, para cumplir esta máxima.
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