Carlos Álvarez: "La cultura ha estado sometida a decisiones arbitrarias"
Temporada Lírica | Teatro Cervantes
El barítono protagoniza las funciones de 'Simon Boccanegra' en formato de concierto que abren la Temporada Lírica del Cervantes los próximos días 16 y 18
El teatro recibe la autorización de Sanidad para ampliar el aforo a 460 espectadores
Si algo caracteriza al barítono malagueño Carlos Álvarez, más allá de su permanencia en la primera línea de la lírica internacional, es su poca querencia a los pelos en la lengua. Su trabajo continuado en los teatros más importantes de todo el mundo le confiere una perspectiva respecto a la situación de la cultura, y de las artes escénicas en particular, de una precisión y de un alcance al que pocos artistas de su generación pueden aspirar. Álvarez estuvo este viernes en el Teatro Cervantes de Málaga para presentar las funciones de la ópera de Verdi Simon Boccanegra que, en formato de concierto, abrirá los próximos días 16 y 18 de octubre la 32 Temporada Lírica de Málaga, una edición "delicada y difícil", en palabras del director del teatro, Juan Antonio Vigar, dadas las limitaciones de aforo impuestas, los obstáculos a la hora de garantizar las distancias de seguridad en el escenario y las previsiones poco halagüeñas. Desde esta premisa, Carlos Álvarez compartió, con todos los matices, pero con toda la autoridad que permite su experiencia, su particular interpretación de la gestión de de la epidemia del coronavirus en lo que corresponde a la ópera y a la cultura por parte de las administraciones competentes. Y su dictamen es solvente y cristalino: "La cultura ha estado sometida a decisiones arbitrarias que no siempre han tenido que ver con informes epidemiológicos ni con criterios racionales, por más que se ha demostrado que la cultura, en espacios como este mismo Teatro Cervantes, es una actividad segura".
Recordaba Álvarez que la última vez que pisó las tablas del Cervantes de Málaga fue el pasado 8 de marzo, también dentro de la Temporada Lírica, como protagonista La favorita de Donizetti: "Entonces ya sospechábamos que iba a pasar algo, aunque no podíamos imaginar una situación tan grave como la que tuvimos que afrontar después". Desde entonces, según el cantante, la cultura ha seguido "un camino tortuoso en el que ha veces ha sido maltratada y mal entendida" por parte de las autoridades sanitarias en España, una tempestad para la que hubo, afortunadamente, un cambio de rumbo con la declaración de la Cultura como Bien Esencial en el Senado hace unas semanas: "Lo que hacemos aquí, en el teatro, no es un divertimento, ni un capricho, ni una cuestión social. Lo que hacemos aquí es dotar de significado a la cultura. La ópera es a día de hoy la expresión artística y cultural que de manera más eficaz une a toda Europa. Si se trata de presumir de europeísmo, hay que empezar por la ópera".
Preguntado precisamente por su experiencia en otros países europeos y por la posible adopción en España de otros modelos a la hora de hacer frente al coronavirus desde los teatros, Álvarez señaló ciertos riesgos "en la adopción de criterios unitarios, porque eso podría llevarnos a incurrir en cierta falta de precisión. De entrada, creo que sería interesante permitir a los directores de los teatros, que son quienes mejor conocen estos espacios, tomar sus propias iniciativas, porque a menudo el análisis de las instituciones no llega más allá de algunas ideas preconcebidas". Así, el barítono explicó que en sus recientes funciones de La hija del regimiento en Viena "el Teatro de la Ópera redujo el aforo hasta un 75% de su capacidad y sin necesidad de que los espectadores llevaran mascarilla, a cambio, eso sí, de ciertas normas que el público acepta por lo general sin problemas. En cuanto a los artistas que trabajamos en escena, se nos han hecho pruebas PCR a diario, lo que nos ha permitido representar La hija del regimiento tal y como la llevo haciendo desde hace diecisiete años. ¿Se pueden extrapolar modelos aunque no se unifiquen criterios? Sí. ¿Pueden las autoridades sanitarias tomar ejemplo de otros países y otras instituciones? Creo que también".
De momento, el Teatro Cervantes abre su Temporada Lírica (con la colaboración renovada de la Fundación Unicaja) con un Simon Boccanegra de Verdi en versión de concierto, con la participación de la Orquesta Filarmónica de Málaga y el Coro de Ópera de Málaga (cuyos integrantes tocarán y cantarán con las mascarillas puestas) y la dirección musical de Lucas Macías, con Salvador Vázquez en la dirección del coro. Además de Álvarez, el elenco de voces solistas cuenta con Rocío Ignacio, Rodrigo Esteves, Andeka Gorrotxategi, Giacomo Prestia, David Lagares, Jesús Gómez y María Lourdes Benítez. Como gran novedad, el Teatro Cervantes verá al fin ampliado el aforo máximo desde las doscientas butacas impuestas por la orden del pasado 1 de septiembre en materia sanitaria hasta las 460, un 42% de su capacidad, gracias a la autorización emitida desde la Delegación de la Consejería de Salud y Familias (autorización que, según explicó Vigar, tendrá que volver a solicitarse para todos y cada uno de los espectáculos programados en el Cervantes posteriormente, aunque el director confió que este primer permiso constituya un "precedente" y no haya que volver a reducir el aforo a una quinta parte de su capacidad, una limitación radical que no se ha impuesto a ni uno solo de los otros grandes teatros de Andalucía).
En cuanto a los artistas, la obligación de mantener la distancia de seguridad es la primera razón de que el Cervantes haya optado por el formato de concierto, cuando la primera intención, tal y como dejó claro Vigar, era una representación teatral completa: así, las distancias a respetar limitaban la cantidad de músicos en el foso a 25, cuando la ejecución de Simon Boccanegra exige un mínimo de 45. Así, finalmente, los músicos de la Filarmónica estarán en escena junto al coro y los solistas. Más aún, para garantizar las distancias de seguridad en el escenario, dado el elevado número de artistas congregados, el mismo quedará ampliado hasta las tres primeras filas del patio de butacas, por lo que el aforo real para las funciones será de 401 espectadores. Las entradas, fuera de abono (de momento, y a la espera de que puedan volver a celebrarse funciones representadas, el Cervantes no ha renovado los abonos de la Temporada Lírica), saldrán a la venta ya en la misma tarde de este viernes. En esta ocasión, y de nuevo por motivos de seguridad sanitaria, no se celebrará el ya tradicional ensayo general abierto al público.
Tras Simon Boccanegra, la Temporada Lírica continuará el 20 de noviembre con el recital del tenor peruano Juan Diego Flórez, también fuera de abono y dentro de los actos del 150 aniversario del Teatro Cervantes. El cantante interpretará un repertorio de ópera italiana y francesa junto a la OFM y la dirección de Nikolas Nägele. Los siguientes tres títulos llegarán en 2021 con la esperanza de que puedan verse debidamente representados: los días 26 y 28 de febrero el Cervantes propone una producción propia de Rigoletto con la dirección musical de Arturo Díez Boscovich y con Juan Jesús Rodríguez y Sabina Puértolas en el reparto. Las dos siguientes propuestas han logrado ser recuperadas tras las cancelaciones sufridas en la pasada temporada desde marzo: El Barbero de Sevilla de Rossini con la producción de los Amigos Canarios de la Ópera de Las Palmas, de nuevo Díez Boscovich en la batuta y con las voces de Javier Franco, Fabio Capitanucci, Juan De Dios Mateos y Clara Mouriz los días 30 de abril y 2 de mayo (la función prevista para el 28 de abril queda definitivamente suspendida); y, ya en clave contemporánea, La casa de Bernarda Alba de Miquel Ortega con Nancy Fabiola Herrera, Carmen Romeu, Luis Cansino, Carol García, Berna Perles y Ana Häsler, que, en coproducción con el Teatro Villamarta de Jerez, cerrará la Temporada Lírica los días 3 y 4 de julio. Tocará entonces, ojalá, suspirar de alivio y satisfacción.
Colaboración con los premios de Ópera XXI
El Teatro Cervantes colabora en la difusión de la segunda edición de los premios de la Asociación Ópera XXI, que agrupa a los principales teatros, festivales y temporadas estables de ópera y zarzuela de España, entre ellos el coso malagueño. La nueva edición de los Premios Ópera XXI será en formato digital el próximo 25 de octubre. La asociación proyectará desde su nueva web la entrega de los galardones, que debían presentarse el pasado mes de marzo en el Gran Teatre del Liceu y que el inicio del confinamiento obligó a posponer. El próximo 25 de octubre, coincidiendo con el Día Mundial de la Ópera, la nueva fecha prevista para esta entrega, tendrá lugar la retransmisión en formato digital y simultáneamente desde las plataformas de los 25 teatros y festivales asociados. Daniel Bianco, director del Teatro de la Zarzuela, será el maestro de ceremonias del encuentro, en el que participarán todos los artistas galardonados y se sumarán importantes artistas españoles que darán apoyo a la convocatoria.
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