Málaga

El llenado de las piscinas saca a flote las dudas para su control en Málaga

Piscina en una comunidad de vecinos de Málaga.

Piscina en una comunidad de vecinos de Málaga. / Javier Albiñana

El llenado de las piscinas privadas es uno de los temas candentes de cara a este verano. La Junta de Andalucía dejó el balón y la decisión en el tejado de los ayuntamientos, el de Málaga busca que se imponga una decisión única para que no haya agravios y el de Estepona ha sido el primero en salir de la tangente y salir afirmando que permitirá el llenado en al época estival. El melón está abierto pero, ¿qué pasa si acaban prohibiéndolo, tienen los ayuntamientos capacidad para controlar quién incumple la norma? 

Un tema espinoso, en el que todas las fuentes consultadas han aceptado la dificultad y que saca a flote las dudas sobre una posibilidad real en el control de los mismos. En caso de poder hacerse, la opción es una: comprobar las gráficas de consumo y compararla con meses y años anteriores, un pico, cambio –aunque necesariamente no sea un pico pronunciado– indicaría que hay un consumo raro y, o bien se ha llenado la piscina o se ha usado para riego o, llegan a bromear, hay quince invitados en casa usando la ducha. 

El pasado mes de diciembre, la portavoz del equipo de gobierno municipal, Elisa Pérez de Siles, ya sostenía que Emasa era capaz de comprobar si este llenado se estaba efectuando mediante la comprobación de los consumos y con los contadores electrónicos. 

Distintas fuentes consultadas de Emasa, sin embargo, ponen alguna duda más. Si bien certifican que es posible, señalan que la empresa de aguas tiene más de 220.000 clientes, por lo que la comprobación, que se hace individualmente, se vuelve una ardua tarea. 

Cierto es que no todos los clientes tienen piscina, sino que de los 586.384 habitantes que hay en la ciudad sólo se registran 5.926 piscinas. De estas, de uso público hay 58 entre municipales, deportivas o turísticas y sanitarias. A esto hay que sumar las 363 de comunidades de 20 o más viviendas, que todas las administraciones parecen señalar que acabarán por permitir con total seguridad. 

Esto deja, a números gruesos, una piscina cada 100 habitantes. Sin embargo, la realidad es distinta en otro de los municipios de la provincia, Benahavís, donde las villas de lujo son ya marca inseparable de la localidad y hay registradas en catastro una piscina cada cuatro habitantes, es decir, 2.058 piscinas y 9.244 habitantes. 

Su alcalde, Jose Antonio Mena, es tajante sobre si se podría controlar el llenado de piscinas, "no es posible, en Benahavís, al menos, no es posible", asegura sin dejar el mínimo lugar a la duda. Para él, lo más importante es la educación a la hora de controlar el consumo hídrico y cree que la población cada vez "es más consciente de que el agua es un recurso limitado y estamos en una situación difícil". 

A nadie se escapa, sin embargo, que la población flotante, con segundas residencias, en la localidad es parte importante de no sólo de su economía, sino también de su estructura. Mena está convencido de que también a ellos se les podría concienciar, "si no, quizá no a ellos, pero sí a quiénes mantienen sus casas y sus piscinas o tienen que regar sus jardines". 

En los jardines pone mucho hincapié, más que en un posible control, "se van a arruinar muchas empresas de la zona, si no se pueden cuidar y regar los jardines tendrán que despedir a sus trabajadores", señala, a la vez que apunta que el pantano del que Benahavís se abastece está lleno. 

Fuentes cercanas a Aqualia, la empresa que gestiona el consumo de agua en algunos municipios de la provincia como Benalmádena o Vélez-Málaga, admiten que "el control es muy difícil y se aboga más por la concienciación de la gente y que se evite el llenado, porque es muy difícil controlar todos los gastos de los usuarios y demostrar que tenían o no la piscina llena". Afirman que técnicamente es posible si no saberlo con total certeza, al menos señalar una anomalía que podría ser este llenado "se puede ver por el consumo, pero quién me dice que no ha tenido una fuga, que ha ido tu familia y se ha duchado… Por eso se aboga por la concienciación y se puede decir que como se demuestre te pueden sancionar, pero no hay un control exhaustivo de los llenados porque es prácticamente imposible saberlo".

Desde Acosol, la empresa de aguas de la Costa del Sol Occidental sí aseguran que es posible efectuar el control y que, de hecho, ya lo han hecho si no con las piscinas con el riego, "comparando el consumo con el año anterior y los meses anterior se pueden observar picos o incrementos, que señalan que o bien estás regando o bien estás llenando con casi total seguridad, luego nuestros técnicos lo comprueban". 

Además, aseguran que ya lo vienen haciendo con el riego privado, "hemos precintado muchas tomas cuando estas van separadas del consumo normal previamente, pero cuando no lo hacían, también detectamos a aquellos que incumplían con la prohibición", experiencia previa que les hace confiar en poder detectar a aquellos que intentasen trasgredir y llenar sus piletas, en caso siempre que se prohíba, lo que aún no está tan claro. 

Donde seguro no tendrán problema para comprobar si se incumple, porque no se van a prohibir es en Estepona. Su alcalde, José María García Urbano recordaba que el 76% del consumo total de agua corresponde al uso agrícola, un 7% a la industria, un 16% al ámbito urbano y solo un 1% a piscinas y zonas verdes. "Cuando uno toma la medida de cercenar el uso de piscinas y zonas verdes ha de tener claro que como mucho conseguirá ahorrar un 1 % del consumo total", subrayaba el alcalde, que por eso tildaba de medida "placebo" prohibir el llenado de las instalaciones particulares.

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