Convertir una idea innovadora en un proyecto de éxito

Raquel Serrano | Premio Malagueña de Hoy 2019

La ingeniera Raquel Serrano, creadora de la férula en impresión 3D, lleva un año cargado de reconocimientos

Su empresa Fiixit ya trabaja con más de medio centenar de ortopedias de toda España

El Rey Felipe VI le entregó en junio la medalla de la Orden del Mérito Civil

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Raquel Serrano, Malagueña de Hoy 2019 / Marilú Báez

Málaga/A cada evento acude Raquel Serrano con su férula en el brazo izquierdo. Su invento, la idea de todos sus desvelos, es también el mayor motivo de orgullo para esta emprendedora malagueña de 29 años. Con su empresa Fiixit y su revolucionaria forma de inmovilizar el cuerpo tras una lesión ha conseguido importantes reconocimientos.

Quizás el más llamativo sea la medalla de la Orden del Mérito Civil impuesta por el propio Felipe VI el pasado mes de junio. Para cerrar un año lleno de logros, el pasado 26 de diciembre recibió el premio Malagueña de Hoy 2019.

Raquel Serrano, vecina de Alhaurín de la Torre, se graduó en 2014 en Ingeniería de Diseño Industrial y Desarrollo del Producto por la UMA. Para su proyecto fin de grado se montó una impresora 3D y con ella comenzó a diseñar pulseras. Pero en una cena vio a un niño penoso y molesto con una escayola y se le encendió la bombilla. ¿Por qué no hacer férulas impermeables, ligeras y ajustadas a cada necesidad? Quizás esa noche no fue del todo consciente de lo que estaba por venir.

Junto a un ortopeda empezó a poner en marcha la iniciativa. “Lo más difícil fue conseguir la licencia de fabricante certificado”, comentaba hace unos meses. Ahora son fabricante nacional de productos sanitarios hechos a medida con impresión 3D, los únicos de Andalucía, por el momento. Desde este verano trabajan con más de 50 ortopedias de toda España a demanda y según la prescripción médica del traumatólogo y rehabilitador.

La empresa de férulas se constituyó en 2016 como Fiixit: “Fix significa tanto en latín como en inglés arreglar o unir”, explica la ingeniera, “le añadimos la doble i porque también significa férulas de inmovilización impresas”.

Raquel Serrano muestra su férula a la entrada de la gala. / Marilú Báez

El proyecto se comenzó a incubar un año antes, cuando Raquel se presentó al Spin-Off de la Universidad de Málaga, un concurso de creación de empresas en el ámbito universitario. Serrano presentó su proyecto 3D Málaga, un estudio de diseño industrial e impresión 3D, con el que se llevó el primer premio. “Cuando gané el Spin-Off pude comprar un escáner 3D y pude invertir en otras impresoras. Fui creciendo y ya me metí de lleno en el emprendimiento”, subraya.

No fue fácil ir abriéndose camino con un producto tan novedoso. Pero su constancia y ese afán de no tirar la toalla la han hecho protagonista de una cadena de éxitos. Ese mismo año entró a formar parte del programa de Fomento de Empresas Andaluzas Innovadoras en Nuevas Tecnologías de la Información del Centro Andaluz de Innovación y Tecnología de La Información y de las Comunicaciones (Citic).

En 2016, ganó el Yuzz Málaga, dirigido a jóvenes con ideas de negocio de base tecnológica y pudo viajar a Silicon Valley. También ese año Fiixit ganó el Premio Junior del Instituto Municipal de Formación y Empleo.

Los miembros de la empresa van creciendo a pasos agigantados. Hasta hace escasos meses, Raquel lo hacía prácticamente todo junto con su socio Antonio Padilla, técnico de ortopedia. “Ahora se ha incorporado mi hermano en el tema de ingeniería y diseño y también un director de marketing y ventas para dar más visibilidad a la empresa”, señala la ingeniera. De hecho, está pendiente de recibir nuevos inversores que hagan crecer la empresa.

Raquel Serrano es una profesional fuerte y empoderada, que se quita o esquiva las piedras del camino con resolución para que nada le frene la trayectoria que se ha marcado. Pero no siempre es fácil desprenderse de los estereotipos, más aún en un mundo en el que la mujer continua estando en minoría. Sin embargo, la seriedad, el tesón y el amor por el trabajo bien hecho la han llevado a ser un espejo en el que muchas chicas deberían mirarse.

Con pies de plomo entre la inmensa minoría

Cuando estudió su grado de Diseño Industrial y Desarrollo de Producto de la UMA la representación femenina era mayor que en otras ingenierías pero muy inferior a la de otras carreras científicas, como Medicina por ejemplo. Sin embargo, siempre tuvo claro que lo suyo era eso. Las ingenierías requieren “cualidades de la persona y no del género” y lo importante es “que te guste, que te motive la carrera y que la hayas elegido tú, que no haya sido impuesta”, considera Serrano. Si a eso se le añade constancia en el estudio, el éxito está asegurado sin tener que importar nada más allá del talento. Pero esta joven guarda más de una historia desagradable con el machismo como protagonista. “Es muy importante que si alguna vez encontramos el machismo por el camino intentemos ser indiferentes y tirar hacia adelante sin darte por aludida”, subraya Raquel Serrano. Para ella siempre será el trabajo el que hable por sí solo si es bueno, así que “no seamos nosotras las que nos pongamos límites”.

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