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Málaga/Con los datos del Informe CYD de la Fundación Conocimiento y Desarrollo no se antoja gratuito que los rectores de las universidades andaluzas lleven años demandando un nuevo modelo de financiación. “La escasa financiación de nuestras instituciones lastra el crecimiento y afecta de lleno a la calidad del servicio que prestamos a la sociedad”, comentó el rector de la UMA José Ángel Narváez en la apertura del curso académico, además de reclamar el pago de la deuda por parte de la Junta de Andalucía. Y no es para menos, ya que Málaga es la segunda universidad de España que menos dinero recibe por estudiante.
El último Informe CYD pone de manifiesto las carencias y las diferencias entre universidades. En el caso de la UMA, recibió en 2017 por alumno de grado un total de 3.156 euros. Eso la sitúa en el puesto 46 de las 47 instituciones estudiadas por la fundación y solo por encima de la Universidad Rey Juan Carlos, con 2.086 euros por alumno. La cifra resulta muy inferior a la media española, que alcanza los 6.008 euros por alumno.
En este furgón de cola también se encuentran otras cuatro universidades andaluzas más, la de Granada, Huelva, la Pablo de Olavide y la de Sevilla. Esta última con 3.368 euros por alumno. Tan sólo la Universidad de Córdoba escapa de los puestos de descenso y se sitúa en la décima posición de la tabla con 7.307 euros por alumno.
En el extremo opuesto, encabeza la clasificación la Universidad Politécnica de Valencia, con 10.937 euros. La diferencia entre lo que recibe la Universidad de Málaga y la Politécnica de Valencia por cada alumno matriculado es de 7.781 euros.
Estas transferencias proceden, fundamentalmente, de las comunidadesautónomas, de ahí el interés que tienen las universidades andaluzas en que, después de años de espera, se dé a luz verde a un nuevo modelo que corrija la desigualdad
El Informe CYD introduce otra variable, el PIB per cápita regional, “lo que nos estaría indicando el esfuerzo público relativo, dado el nivel de riqueza de cada comunidad autónoma en la financiación de sus universidades públicas presenciales”. Esta ratio no se llega a detallar por Universidad pero sí por comunidad. En Andalucía, el resultado coloca a la región entre las comunidades con menor porcentaje de transferencias corrientes por alumno divididas por el PIB, junto a Baleares, Cataluña y Madrid.
La situación no mejora mucho cuando se trata de las transferencias corrientes y las referentes al capital. En este apartado, la Universidad de Málaga tiene una media de 6.222 euros por alumno de grado, la sexta por la cola y lejos, de nuevo, de los datos de la Politécnica de Valencia (12.457 euros) y de la media nacional (7.418).
Los gastos corrientes por alumno de la UMA –siempre con datos del curso 2017/2018– ascienden a 6.295euros de media. Este indicador se define como la ratio entre el conjunto de gastos corrientes de la Universidad –personal, gastos en bienes y servicios, gastos financieros y las transferencias corrientes– y el número de matriculados en estudios de grado. “Esta ratio sirve para aproximar el esfuerzo que realizan las instituciones de educación superior universitaria”, indica el informe.
Esos 6.295 euros por alumno de la UMA colocan a la institución de educación superior de nuevo en los puestos inferiores de la tabla, en concreto en el puesto 46 de 47, solo seguida por la Rey Juan Carlos con un importe mucho menor, 2.874 euros.
A la cabeza, una vez más, Politécnica de Valencia (11.781 euros de gastos corrientes por alumno) y la Politécnica de Catalunya (11.202 euros). La de Córdoba es la universidad andaluza con mejor resultado (8.100) en este apartado, seguido de la Universidad de Granada (7.492), la de Jaén (6.816) y la Pablo de Olavide (6.714).
La Universidad de Málaga sí consigue arañar posiciones cuando se trata de los gastos de personal. Según este documento –que recopila datos del Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU)–, el indicador de gastos de personal (que incluye a docentes e investigadores y a personal de administración y servicios) es de 47.846 euros a nivel nacional, lo que sitúa a la UMA en la zona media de la tabla con 47.517 euros y un poco por encima de la media andaluza (47.448). Este indicador es, en palabras del informe, “el más importante cuantitativamente”.
Transferencias corrientes por alumno
3.156 euros, puesto número 46 de 47
Transfrerencias corrientes y de capital
6.222 euros, puesto número 42
Tasas, precios públicos y otros ingresos por alumno
1.159 euros, puesto número 44
Gastos corrientes por alumno
6.295 euros, puesto número 46
Gastos de personal por PDI y PAS
47.517, puesto número 22
Saldo presupuestario
-4,3%, puesto número 44
Otro de los datos que aparece en el citado informe es el saldo presupuestario, que se encuentra en negativo en trece universidades. La UMA es la cuarta por la cola con un 4,3% de saldo negativo entre los ingresos y los gastos.
Estos promedios se acompañan de un análisis que tiene en cuenta la evolución de los últimos años en las 47 universidades estudiadas. El Informe CYD determina que los ingresos fueron en 2017 de 9.194 millones de euros, mientras que los gastos fueron de 9.023 millones de euros. “Ambas cifras suponen un incremento, del 0,6% y 3,8%, respectivamente, en comparación con las cifras de 2016”, pero los números siguen siendo inferiores a los de 2009.
Las reivindicaciones de los rectores andaluces a favor de un nuevo modelo de financiación actualizado, que cierre una de las grandes heridas del sistema universitario andaluz y reduzca las desigualdades existentes con el resto de universidades españolas no han cesado en todos estos años. “Recibimos cada vez menos fondos, que necesitamos para nuestro trabajo diario” y para poner en marcha proyectos de crecimiento y adaptación a las nuevas necesidades, como explicó Narváez.
Y recordó que la de Málaga es la universidad que soporta “la deuda más alta” de las contraídas por el Gobierno andaluz con los centros andaluces. “Necesitamos definir con urgencia un modelo de financiación claro que de certidumbre y seguridad”, agregó Narváez. Al tiempo, señaló que se necesita “analizar la formación, cómo la hacemos y cómo la debemos hacer” para dar respuesta a las necesidades cambiantes.
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ya anunció hace unos días en la apertura del curso universitario en Córdoba, que el nuevo modelo tendrá en cuenta los resultados, la “calidad y nivel de la producción científica” de cada una de las universidades. Según ha podido saber este diario, la previsión de la Consejería es remitir a lo largo de este mismo mes un borrador del nuevo modelo para someterlo a consenso.
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