El olimpo más personal de Juan Antonio Vigar
Libros de cine
El director del Festival de Málaga publica el libro 'El estanque vertical', una mirada lúdica y sin nostalgia a 24 mitos del cine clásico a través de otros tantos relatos que presenta este martes en el Centro Andaluz de las Letras
'Chicago, el musical' llega al Teatro Cervantes
Apuesta por la producción propia en la Temporada Lírica
Málaga/Fue Manuel Alcántara quien creó la metáfora del estanque vertical para referirse a la pantalla de cine: un espacio bien delimitado en el que zambullirse y disolverse en otros mundos. Ahora, es Juan Antonio Vigar, director del Festival de Málaga y el Teatro Cervantes como responsable de la empresa pública Málaga Procultura, quien hace suyo el lema para el título de su libro El estanque vertical, un libro de 24 relatos (tantos como fotogramas circulan por segunda en la maravillosa invención del cine) en el que repasa vida, filmografía y anécdotas de un buen puñado de mitos del cine clásico, de Rodolfo Valentino a James Dean pasando por Billy Wilder, Orson Welles, Cary Grant, Maureen O'Hara, Greta Garbo, Audrey Hepburn, Esther Williams y Johnny Weissmüller. Vigar presentó su libro en la reciente edición de la Semana de Cine de Melilla (responsable de la edición junto al centro de la UNED en la ciudad autónoma) y hará lo propio este martes día 11 a las 19:00 en la sede del Centro Andaluz de las Letras en Málaga (C/ Álamos, 24) en conversación con Miguel Ángel Oeste.
La publicación del libro llega después de un largo periodo de poso y maduración: "Creía que lo había escrito hace cinco años, pero alguien me recordó recientemente que en realidad lo terminé hace diez. Ha pasado mucho tiempo, pero he podido revisar los relatos a fondo y terminar de darles el estilo que me parecía más apropiado, muy visual, basado siempre en imágenes", explica el autor. En cada relato, Vigar parte de una anécdota de cada personaje retratado, como la que tiene que ver con el último peluquín de Humphrey Bogart, para, a partir de ahí, "ofrecer una aproximación a la vida y la filmografía de cada artista, sin ánimo pedagógico ni académico: mi verdadero deseo al escribir este libro no ha sido otro que el de entretener al lector". El director del Festival de Málaga apunta, además de este deseo, una intención: "La de recuperar para la actualidad a figuras del cine clásico que, me temo, permanecen en una zona de sombra para las generaciones actuales. Y no me refiero solo, que conste, a los más jóvenes".
En este sentido, niega Juan Antonio Vigar cualquier concesión a la nostalgia, pero sí admite que escribir sobre cine clásico significa hacerlo, inevitablemente, sobre la memoria personal: "Yo me crie al lado del cine que había en Carranque, justo donde hoy tiene su sala de ensayos la Orquesta Filarmónica de Málaga. Así que desde muy niño asistía con mi padre a las sesiones dobles en las que me empapé a fondo de todo aquel mundo. Allí me zambullí definitivamente en el estanque vertical al que se refería Manuel Alcántara. Y allí se gestó mi proceso de formación como cinéfilo, pero, más aún, mi determinación a formar parte del mundo del cine. En cada uno de estos relatos está, por supuesto, la mirada de aquel niño que en aquel cine descubría estos mitos por primera vez".
En la biografía de Juan Antonio Vigar, El estanque vertical entraña un episodio añadido a una divulgación incansable del cine clásico a través de las herramientas propias del Festival de Málaga: "Cuando llegué a la dirección del festival, decidimos reforzar la programación de clásicos en la Filmoteca en el Cine Albéniz y tuvimos una muy buena respuesta de un público amplio en el que destacaba la presencia de espectadores jóvenes. Posteriormente, decidimos darle a esta programación rango de evento propio mediante el ciclo La Edad de Oro, en el que esa respuesta popular se ha visto acrecentada. Creo firmemente que el cine clásico tiene un valor de utilidad, no por una cuestión de nostalgia, sino porque es capaz de inspirarnos para crear cosas nuevas sin perder de vista que otros lo hicieron ya antes que nosotros". Al cabo, qué aburrida y gris sería la vida sin estos compañeros de viaje. No habrá mejor piscina para este verano.
No hay comentarios